Lo cierto es que no hay ningún truco ni tampoco tengo ninguna habilidad especial. Una gran parte es gracias a la cámara, obviamente juega un papel muy importante. Pero, ojo, no estoy diciendo que necesitéis una súper cámara ultra doble HD con tropecientos mil megapíxeles y más de mil funciones que cuesta riñón y medio. Todo lo contrario, se pueden hacer fotos preciosas e increíbles hasta con la camarucha de 3, 4 o 5 megapíxeles del móvil. Y por si no os lo creéis, aquí os dejo unos ejemplos sacados con el móvil de mi madre.
Ñammmm... Esta tarta la hice yo hace un tiempo, de nutella!! Algún día os pasaré la receta ;)
Tomatitos de la huerta de mi madre, la que hay en el jardín!!
Seguro que os estaréis preguntando cómo puede ser que un simple móvil de 5 megapíxeles, que ni si quiera ha sido creado para hacer fotos, consiga hacer fotos así de definidas.
Bueno, si os dais cuenta, las dos fotos se caracterizan notablemente en un aspecto. La luz. La luz es importantísima en las fotos, y especialmente la luz natural, la luz del día. Incluso los días nublados tienen una luz mágica. Y, por lo tanto, para conseguir fotos bonitas tienes que buscar esa luz. Conseguirla de cualquier manera.
Pero... ¿y si es el cumpleaños de tu sobrino, está a punto de soplar las velas, tienes en tu mano tu cámara compacta y las luces de la habitación están apagadas? Aunque no lo veas, incluso en una situación así, puedes encontrar luz. Las velas de la tarta de cumpleaños te proporcionarán una luz que iluminará perfectamente la cara de tu sobrino, y por lo tanto, te saldría una foto genial. Para ello, tendrías que poner la cámara con el flash desactivado, y ponerla en un trípode o por lo contrario tener mucho pulso.
Creo que ya os he dado el consejo más básico de la fotografía. Así que ya sabéis, desempolvar la cámara compacta de toda la vida o incluso la del móvil y lanzaros a buscar luz. Podéis usar a vuestro hijo de modelo, o incluso una flor o una taza, cualquier cosa sirve. Nos vemos pronto con algunos consejos más.
